¿Te parece familiar el término naming y branding? Ambos, son usados en el mundo del marketing, pero, ¿para qué sirven? ¿cómo los podemos utilizar?
Naming (name):
“Conjunto de técnicas y estrategias que se desarrollan en marketing para la creación del nombre de una marca.”
El naming se ocupa de dar nombre a algo intangible: como la marca del producto. Por ello, el naming es el primer paso para dotar de significado a una marca: un nombre adecuado dice mucho de ella, la hace más atractiva y, sobre todo, más reconocible entre todos los clientes que se familiaricen con ella.
Cabe destacar, que el nombre que utilices para tu marca, es uno de los elementos más críticos para la diferenciación de tu empresa. Sin él, los clientes nunca podrían establecer una verdadera conexión. Por eso es necesario contar con una estrategia de naming desde el principio.
Diseñar una estrategia de naming de marca es un componente crucial para potenciar el recuerdo, mejorar la exposición en el mercado y ganarse la confianza del público objetivo. Por desgracia, acertar con la estrategia de naming no siempre es tan sencillo como parece.
El nombre de una marca no es sólo una selección de letras bien colocadas; es la forma de empezar a crear una conexión con su público. Para que un nombre sea útil, debería cumplir estos principios.
10 principios básicos que debe tener un buen naming de marca:
- Un nombre tiene que ser notorio.
Un nombre que rompa los códigos existentes puede hacer crecer la notoriedad de una marca. - Un nombre tiene que ser distinto y único.
Debe proyectar una personalidad propia. - Un nombre tiene que ser flexible y duradero.
Debe permitir extender la marca a otros sectores. - Un nombre tiene que ser sugerente y evocador.
Las asociaciones que remiten a conceptos concretos son más poderosas y más fáciles de retener en la memoria. - Un nombre tiene que ser creíble, es fundamental del naming.
Las denominaciones descriptivas afectan a la credibilidad de la marca cuando se pretende extenderlas a categorías distintas de la original. - Un nombre tiene que ser coherente con el sistema de marcas.
Debe poder convivir con otras marcas asociadas a rasgos similares. - Un nombre tiene que ser legible y pronunciable fácilmente.
Es mucho más complejo construir la identidad de una marca impronunciable. - Un nombre tiene que ser registrable.
La enorme saturación de los registros dificulta los procesos. Los nombres distintivos son más fácilmente apropiados. - Un nombre debe evitar asociaciones negativas.
Es importante realizar controles lingüísticos en otras lenguas para evitar errores flagrantes. - Las marcas se construyen a través de buenas historias.
El nombre debe saber sintetizar.
“Un buen nombre sigue siendo una ventaja competitiva sobre todos aquellos que no comprenden el poder de un nombre. Sin duda, invertir en Naming es invertir en crear valor de marca.”
Branding (brand equity / valor de marca):
“Proceso global de hacer y construir una marca. Se basa en estrategias y objetivos. Es transversal al marketing y diseño visual de la marca.”
La identidad corporativa (la cara): el desarrollo de toda la parte visual de la marca. Colores, formas, símbolo, logotipo etc. En esta parte juega un papel fundamental el diseño gráfico para crear la identidad y los rasgos característicos de la marca, lo que nos hará reconocerla al verla en distintos lugares o productos. (El diseño visual siempre tendrá que ir acorde con el posicionamiento).
Este paso, es de los más importantes porque con él, todo el público sabrá cómo y con que reconocer tu marca, desde un pequeño punto hasta llegar a los colores más llamativos. Todo, siempre pensando en que le va mejor a tu idea y producto que estás ofreciendo. Recuerda que debe ir de la mano con tu objetivo final de venta.
El posicionamiento de marca (cualidades y personalidad): esto es lo que perciben los consumidores de nosotros, la idea que se forman de la marca. Para definir el posicionamiento de marca, se tendrá en cuenta: el público objetivo, la categoría de producto y el beneficio principal que ofrece.
Este termino se refiere a la búsqueda de un espacio dentro del mercado donde poder definir la marca de tal manera que se diferencie de las demás. Elegir qué cualidades propias destacar para hacerse notar frente a la competencia. (Por ejemplo: una marca de detergentes se posiciona para el lavado de blancos, frente a otra que se posiciona para lavar color.)
Sin duda, crear y mantener una buena estrategia de marca es algo que debes pensar muy a fondo y sobre todo, siempre tenerlo actualizado para todos tus clientes y seguidores. No es algo fácil, pero siempre que estés comprometido, guiado y con la creatividad a tope, podrás crear algo magnífico y sobre todo, único.
Cuando pensamos en las compañías más grandes en el escenario actual, sabemos que cada una de ellas llegó allí porque tenía una propuesta especial, brindaba experiencias espectaculares y sabía cómo comunicarlas.